El lenguaje corporal o kinésica influye en cómo te ven los demás, pero tademás puede impactar en cómo te ves a mismo.
La psicóloga social Amy Cuddy muestra cómo las «posturas de poder», proyectan una actitud de seguridad, aún sintiéndote inseguro; ya que pueden alterar los niveles cerebrales de testosterona y cortisol, e incluso mejorar las probabilidades de éxito.
Amy Cuddy es una psicóloga de Harvard conocida en todo el mundo por su charla de TED 2012 ha dedicado sus estudios al impacto que el lenguaje corporal tiene sobre la confianza, la capacidad de influencia y en el éxito.
Sus mayores hallazgos se centran en los poderosos efectos del lenguaje corporal positivo.
Así mismo, la comunicación no verbal positiva incluye cosas como el contacto visual adecuado, el compromiso activo, la escucha y los gestos específicos que acentúan el mensaje que estás tratando de transmitir.
Los estudios demuestran que las personas que utilizan el lenguaje corporal positivo son más agradables, competentes, persuasivas y poseen mayores cantidades de inteligencia emocional.
Así es como funciona el lenguaje corporal positivo
Amy Cuddy encontró que al ajustar conscientemente su comunicación no verbal para hacerla más positiva, la misma mejora su actitud «porque tiene un poderoso impacto en sus hormonas».
Aumenta la testosterona con tu lenguaje corporal
¿Qué ha llegado a tu mente al leer la palabra testosterona? Quizás te hayas centrado en los deportes y la competencia, pero la importancia de la testosterona cubre mucho más que el atletismo.
Además, sin importar la sexualidad, la testosterona mejorará tu confianza y hará que otras personas te vean con más positivismo. En varias investigaciones, Amy demostró que el lenguaje corporal positivo aumenta los niveles de testosterona en un 20%.
Reduce el cortisol
El cortisol es una hormona del estrés que impide el desempeño y crea efectos negativos sobre la salud a largo plazo.
Disminuir los niveles de cortisol te permite pensar con más claridad, especialmente en situaciones difíciles. La investigación muestra que el lenguaje corporal positivo disminuye los niveles de cortisol en un 25%.
El lenguaje corporal positivo te da poder
Mientras que una disminución en el cortisol o un aumento en la testosterona suele ser grande por sí solo, los dos juntos son una poderosa combinación que se suele reflejar entre las personas en posiciones de poder, las mismas que saben manejar la comunicación no verbal.
Esta combinación te creará la confianza y claridad de la mente, aliados ideales para hacer frente a plazos ajustados, decisiones difíciles y volúmenes masivos de trabajo.
Si eres una persona alta en testosterona y baja en cortisol prosperarás bajo presión.
Te hace más simpático
En un estudio de la Universidad de Tufts, varias personas vieron clips sin sonido de los médicos interactuando con sus pacientes, los sujetos eran capaces de adivinar qué médicos acababan siendo demandados por sus pacientes.
En ese sentido, la comunicación no verbal es un factor enorme en cómo se percibe y puede ser más importante que su tono de voz o incluso lo que dice.
Al aprender a usar el lenguaje corporal positivo lograrás que la gente deposite su confianza en ti.
Transmite competencia
Por otro lado, investigación en la Universidad de Princeton, arrojó como resultado que un clip de un segundo de candidatos para senador o gobernador fue suficiente para que la gente pudiera predecir con precisión quién sería elegido.
Si bien, esto no puede aumentar su fe en el proceso de votación, pero sí demuestra que la percepción de la competencia tiene una base sólida en el lenguaje corporal.
¿Has visualizado tu lenguaje corporal durante alguna conversación?
Mejora tu inteligencia emocional
La capacidad para comunicar eficazmente las emociones e ideas son fundamentales para la inteligencia emocional.
Las personas cuyo lenguaje corporal es negativo tienen un efecto destructivo y contagioso en los que las rodean. En ese sentido, trabajar para mejorar tu comunicación no verbal tiene un profundo efecto en tu inteligencia emocional.
En resumen, quizás pienses en el lenguaje corporal como el resultado de una actitud o en cómo nos sentimos. Sin embargo, hay y gran parte de verdad en esto, pero los psicólogos también han demostrado que lo contrario es real.
Si bien se ha comprobado, que cuando cambiamos nuestro lenguaje corporal cambiamos nuestra actitud y se aumenta nuestra estado de bienestar.
Lo extraordinario de la aportación de Amy Cuddy es que, este «fingir» no es eterno, al cabo de un tiempo de modificar tus posturas corporales, de actuar sintiéndote más poderoso, esa nueva configuración del cerebro se acaba integrando en ti.
¿Has podido sentir el impacto al mejorar tu lenguaje corporal?