La controvertida e incompresible campaña que la empresa de refrescos publicó y retiró al día siguiente ha dejado un mal sabor de boca en todo el mundo.
El anuncio de la empresa multinacional ha sido duramente criticado por activistas y expertos que lo han señalado de poco sensible, de trivializar la lucha de la comunidad afroamericana por la igualdad de derechos y en contra del racismo.
He de confesar que cuando veo una publicidad por primera vez acostumbro a analizar en profundidad el mensaje (a veces de manera inconsciente) que el mismo emite en todas sus vertientes.
El comercial muestra una manifestación de jóvenes, quienes marchan frente a un edifico donde Kendall trata de disfrutar de su sesión de fotos y se percibe ligeramente intrigada, pero apenas movida por los cientos de manifestantes que luchan por sus derechos; sin embargo, ella se inmuta y continúa posando toda hermosa, porque no puede permitir que esta pequeña distracción le interrumpa lo más importante.
De igual forma, el vídeo muestra otras chicas muy entretenidas, sentadas en un restaurante y con su refresco, dando a entender que no hay razón para detenerse y dejar de deleitarse con su refrescante bebida.
La multitud de luchadores por la libertad no es suficiente para impedir que las jóvenes dejen de disfrutar de su refresco.
La campaña muestra claramente personas pidiendo respeto y atención, mientras las jóvenes se inmutan ante la situación. ¿Esa es la actitud que queremos para generar cambios a favor de una mejor sociedad?
A pesar de que las imágenes de una protesta pueden llegar a centrar tu atención solo con verlas en los medios, ya podemos imaginar la sensación al estar presente, de manera que podemos pensar que las personas involucradas en esta producción nunca han podido sentir la tensión que se percibe cuando las vidas corren peligro. ¿Dónde está la sensibilidad y la empatía?
Asimismo, y para completar, lo único que puede inspirar a Kendall a unirse a la lucha por la igualdad de derechos y vidas, es un chico que sea lo bastante lindo como para que ella arriesgue su vida.
Y como de la nada, Kendall es la líder de la manifestación con el objetivo de demostrarle a su galán, que puede ser parte de la lucha, mientras él la mira y le da el visto bueno, “¿de verdad, a eso le podemos llamar empoderamiento?”.
Al llegar frente a un cerco de seguridad, nos dejan claro que “la belleza no es una amenaza y que no corre ningún riesgo de ley”, Jenner le ofrece una lata de Pepsi a uno de los policías para con esto “fumarse la pipa de la paz” y cuando el acepta, abre el refresco y todos celebran de manera eufórica.
Foto tomada porn Jonathan Bachman y sacada de la web del periódico The Guardian.
Esa es la escena que nos traslada a la fotografía de Ieshia Evans una enfermera que se enfrentó de manera pacífica a policías antidisturbios de Baton Roug, quienes intentaban terminar con la protesta del 9 de julio del año pasado.
El comercial también ha sido criticado por Bernice King, hija de Marting Luther King, quien publicó en su cuenta de Twitter una fotografía de su padre en una protesta siendo empujado por un oficial de la policía. “Si papá hubiera sabido del poder de una Pepsi”.
Según Adweek, empresa especializada, una de las razones que pudo haber aportado al fracaso del comercial es que fue ideado por el área creativa de la misma empresa, lo que no permitió que otros ojos ajenos a la compañía llegarán a analizar el mensaje.
Por otro lado, Eric Thomas, socio senior de la firma estadounidense de Marketing y Publicidad Saga MKTG, señala que uno de los grandes errores de Pepsi fue no saber dirigirse a la generación millenial.
“Si vas a comercializar a millennials, recuerda que vas hacia un foro abierto. Esto no es una conversación unidireccional. Esta generación es especialmente dura cuando se trata de hacerlos entrar en un molde o incluso hablar de ellos. La narrativa de una joven obligada a la acción por la pasión de sus compañeros y la empatía por los desafíos experimentados por otros pudo haber sido increíble, pero la historia de una chica joven, ligeramente alentada por un chico lindo a en entregar una Pepsi a un oficial de policía como un signo de que “podemos comprar la paz”, no es ni de cerca lo mismo”, destacó.
Ciertamente, si nuestro objetivo es avanzar en las prácticas de negocios y mercadotecnia compasiva, entonces debemos tener bien claro el mensaje que queremos transmitir, los personajes o celebrities que escogemos y los llamados influencers.
Sin lugar a dudas, no ha sido nada buena la idea de escoger a una de las Kardashian para mostrarla como activista política y menos de la forma en la cual intentaron proyectar el mensaje, dejando al descubierto su frivolidad en el mismo.
Muestra de esto, es que acto seguido Pepsi retiró su fallido anuncio y expresó una admirable disculpa vía Twitter. “Claramente nos equivocamos, y nos disculpamos. No quisimos banalizar ningún asunto serio. Eliminaremos el contenido y detendremos su difusión. También nos disculpamos por poner a Kendall Jenner en esta posición”.
Mensaje publicado en el Twitter de Pepsi
Aparentemente, y de acuerdo con Erick Thomas, Pepsi necesita fortalecerse con un mejor equipo, diversificado y lleno liderazgo, lo que le permitirá dar oportunidades a nuevos talentos de todo el escenario global y socioeconómico.
Aquí te dejamos el vídeo del polémico comercial.